¡Hola amigas! ¿Qué tal todo? Espero que genial. Hoy os traigo la reseña de Promesas Crueles la segunda y última parte de la saga Rivales Divinos la cual se ha convertido en una de mis favoritas de este año. ¿La habéis leído? ¿Qué os ha parecido?
Rivales Divinos
fue toda una delicia de lectura y, desde el primer momento, quedé enganchada,
por lo que estaba deseando leer la segunda parte de esta historia. Mis
expectativas estaban muy altas y Promesas
Crueles las ha cumplido con creces.
Han pasado dos semanas desde el ataque a Risco Negro que
hizo que Iris y Roman se separaran, ahora ella está de vuelva en Juramento y
vuelve a trabajar como periodista mientras vive en su antigua casa con su
hermano mayor sin saber que Roman sigue vivo pero que ha perdido todos los
recuerdos y ahora trabaja como periodista para Dacre. Hasta que, una mañana,
Iris encuentra un artículo de su antiguo periódico y ve que está firmado por su
esposo.
Cuando los recuerdos de Roman vuelven por completo decide aprovechar
que está en el frente enemigo y fingir que nada ha cambiado para obtener
información privilegiada y pasársela a Iris, que ha vuelto al frente como
corresponsal de guerra de Enva, de esta manera, ella consigue evitar una
masacre en uno de los pueblos cercanos a Juramento. Pero, poco a poco, la
guerra va llegando a la capital y las cosas se van poniendo mucho más
peligrosas, tanto, que cuando se contempla la batalla final, solo Iris y Roman
podrán parar los pies al malvado dios que está dispuesto a destruir el mundo
con tal de ganar la guerra.
Como he dicho al principio, Rivales Divinos me encantó y tenía unas ganas tremendas de seguir
con Promesas Crueles porque
necesitaba saber cuál iba a ser el destino de Iris y Roman y, claro, desde el
principio quedé enganchada. Es cierto que los primeros capítulos son un poco
“introductorios” porque te están contando en qué punto están los personajes,
pero al momento que eso pasa, el libro coge carrerilla y es un no parar de
sufrir constantemente por nuestros protagonistas y por si, al final, acabarán o
no juntos.
Y es que el romance de Iris y Roman me parece de los más
bonitos que he leído últimamente y empataría ahora mismo en favorito junto con
el de Lou y Reid de Asesino de Brujas
ya que es un romance sano, en este libro se nota muchísimo que Iris ama a Roman
con toda su alma y que este amor es recíproco, no hay toxicidad de por medio,
ambos se quieren y morirían por el otro sin pensárselo dos veces.
También hace mucho la pluma de la autora, que es una maravilla
tanto para contar la historia, que ya os digo que engancha, como a la hora de
describir el romance o las pocas escenas spicy que hay, que no dan vergüenza
ajena ni son extremadamente explícitas, algo de agradecer porque últimamente
todas las escenas de sexo de cualquier libro son exactamente iguales.
En resumen, si aún no os habéis leído Promesas Crueles tenéis que hacerlo pero ya porque os va a encantar y si no os habéis atrevido con Rivales Divinos, ¿a qué estáis esperando?
5/5
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