¡Hola amigas! ¿Qué tal todo? Espero que genial. Hoy vengo con la reseña de Alas de Sangre un libro que todo el mundo está poniendo por las nubes. ¿Lo habéis leído?
Título: Alas de SangreTodo el mundo estaba que no cagaba con este libro y, claro, yo
en cuanto supe que iba de dragones y demás también me quise subir al carro de Alas de Sangre y decir que, pese a que
me ha gustado, el libro no es ni de lejos la maravilla que todos dicen.
Violet Sorrengail lleva toda la vida preparándose para
entrar en el Cuadrante de Escribas y dedicarse a catalogar la historia de
Navarre, su reino, como quiso su padre. Pero su madre es una de las jinetes de
dragón más poderosas y, como tal, quiere que Violet siga sus pasos y los de sus
hermanos mayores. El problema es que Violet no tiene la fuerza ni la altura
para montar en dragón y solo la prueba de iniciación y todo lo que supone estar
en el Cuadrante de Jinetes supone una condena a muerte segura.
Pero, contra todo pronóstico, Violet comienza a sobrevivir a
las duras pruebas que le ponen en la academia y a tener amigos y aliados que la
ayudan en sus debilidades y, aunque su mejor amigo, Dain, que es un año mayor
que ella, no deja de repetirle que se marche y se vaya con los escribas, poco a
poco Violet sacará a la jinete que lleva dentro y más cuando el dragón más
poderoso de todos la elija como su jinete.
Como he dicho al principio, tengo sentimientos encontrados
con este libro, por un lado me ha
gustado mucho, la pluma de Rebecca Yarros, pese a que no es la mejor del
mundo, sí que es extremadamente amena y ha hecho que, prácticamente, me beba
este libro pese a que tiene más de 700 páginas.
Pero hay cosas que no puedo pasar por alto, porque yo me
esperaba muchísimo más de este libro al que todos adoran, me esperaba una
fantasía épica chulísima y lo que me he encontrado es un cliché con patas, pero es que además, no solo un cliché como tal,
sino un conjunto de ellos que estaban de moda hace 15 años: una escuela donde
aprendes a ser jinete y al final es donde está la acción, un sistema de magia
que se parece un poco bastante a Eragon,
una protagonista que, claramente, no pertenece a donde la han mandado, pero que
se esfuerza y gana con escenas que son clavadas a Divergente y unos personajes que, se supone, tienen 20 años, pero
que actúan como si tuvieran 17.
El romance tampoco me ha terminado de convencer, yo lo
siento, pero esto es un insta love y
no un enemies to lovers y es que
Violet ve a Xaden y nada más verle se le hace el ñoco pesicola. ¿Y las frases que
se dicen? Juro que no sabía si estaba leyendo mi novela derivada de After de confianza o un libro de
fantasía.
Violet es un
personaje que se me ha atragantado al principio, pero que, poco a poco, he ido
tolerando aunque tampoco es santo de mi devoción. En los primeros capítulos se
me hacía pesada y repetitiva, todo el rato diciendo que ella no tenía que estar
ahí que era débil, pero poco a poco va sacándose las castañas del fuego, aunque
el 99,99% de las veces le sale todo bien porque es la protagonista y no puede morir
en la página 100, porque cualquier otro las hubiera palmado.
Xaden es el
prototipo de tío de novela de Wattpad tóxica, ya está, es que lo único que sabemos
de él es un poco lo que te cuentan al final y lo extremadamente guapo que es,
lo perfecto que es, el cuerpo de dios griego que tiene y como Violet quiere que
le empotre contra la pared de diferentes formas.
En resumen, pese
a todo lo malo que he dicho, he disfrutado leyendo Alas de Sangre y voy a seguir con esta saga, pero no es la
maravilla que todos dicen. Es un libro que es objetivamente malo, pero que te
engancha y te entretiene. ¿Y sabéis qué? No pasa nada, es mi mierda y voy a
morir por ella.
4/5